Retrospectiva de la década de cambios en los mercados de gasolina y diésel de México

Publicado por IHS Markit Staff

México ha sido el escenario de una de las mayores noticias en el campo de la energía de la última década.

En 2013, el presidente Enrique Peña Nieto respaldó la reforma para llevar la inversión privada al sector energético a fin de satisfacer las crecientes necesidades de gasolina y diésel en México, así como para complementar y a la vez competir con la empresas estatales Pemex y la proveedora de electricidad CFE.

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Ese paso rompió más de 80 años de monopolio estatal y atrajo hasta US$200 mil millones en inversiones potenciales en los mercados de prospección y producción petrolera, de distribución y comercialización de derivados del petróleo, de energía eléctrica y de gas natural.

Ha habido, y sigue habiendo, obstáculos que superar a medida que el mercado se abre. Por ejemplo: Desde 1990, la demanda de combustible en México se ha duplicado a más de 1.4 millones b/d sin una expansión significativa en las instalaciones de almacenamiento. Pemex por sí sola no puede financiar una ola de construcción de instalaciones de almacenamiento, al ya tener la mayor carga de deuda en el sector de refinación del mundo.

Mientras tanto, el nuevo presidente Andrés Manuel López Obrador, o AMLO, ha introducido un espíritu de autonomía energética en México, con Pemex a la vanguardia de las estrategias.

En el último episodio del podcast “OPIS Crash Course”, los editores de OPIS Daniel Rodríguez y Justin Schneewind nos hablaron sobre el panorama del mercado de la gasolina y el diésel en México y las oportunidades y desafíos que se han abierto debido a la reforma.

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¿Cómo han estado fluyendo las importaciones de gasolina y diésel a México?

Ha habido una evolución en la forma en que las compañías foráneas han enfocado el abastecimiento de combustible en México.

Las importaciones privadas han visto movimientos de producto de Estados Unidos a México tanto a través de ductos y camiones en la parte norte del país como a través de niveles crecientes de envíos ferroviarios que cada vez se adentran más dentro del país.

Ahora hay discusiones de traer el combustible por vía marítima mediante barcazas en el curso del próximo año o dos para satisfacer la demanda en México.

Cada uno de los primeros grandes envíos privados de combustible ha utilizado un método diferente para importar gas y diésel.

Por ejemplo, ExxonMobil y Marathon Petroleum se han expandido por todo el país con la promesa de un suministro garantizado con un sistema logístico independiente.

Otras compañías como BP, Total y Shell han establecido redes minoristas suministradas por la estatal Pemex, lo que les permite expandirse en México y anclar una nueva infraestructura.

Y a medida que estas estrategias evolucionan, se observan cambios en la participación de mercado en México.

  • A principios de este verano, un tercio de las estaciones de servicio minoristas mexicanas tenían una marca que no era de Pemex.
  • Las empresas privadas están importando el 14% de la demanda total de gasolina y diésel en México, según datos del gobierno.
  • Desde la reforma energética, en los estados del norte las ventas de diésel en las terminales de Pemex han caído un 30% y un 15% para la gasolina debido a los envíos de combustible por camión y ferrocarril desde los Estados Unidos a estas regiones.

¿Hay algo que esté frenando las estrategias de importación?

La logística sigue siendo un problema. Pemex no ha construido nuevas terminales de combustible en las últimas cuatro décadas, lo que limita el flujo de importación.

Para poner eso en números, recientemente se ha revelado que la capacidad de almacenamiento “útil” de Pemex es de 15.5 millones de barriles, pero eso es solo el 60% de su capacidad nominal.

El país tiene combustible almacenado equivalente a 24-72 horas de demanda, dependiendo de la región. Eso se compara con hasta 30 días de demanda de combustible almacenado en los Estados Unidos.

Y, según los expertos, Pemex por sí sola no puede asumir el costo completo de la expansión. Su presupuesto para 2020 indica US$150 millones para los gastos de capital de su subsidiaria logística; la compañía utilizará el 85% de estos recursos para el mantenimiento de ductos, para rehabilitar la terminal marina de petróleo de Dos Bocas y para contratar nuevos buques para su flota.

Sin embargo, otras empresas pueden complementar y encajar en los esfuerzos de esta empresa estatal. La CRE ha otorgado permisos para más de 40 nuevas terminales con una capacidad combinada de almacenamiento de 30 millones de barriles. A pesar de los engorrosos permisos, según el gobierno mexicano se espera que la mayoría de estas instalaciones se completen dentro del lapso de tres años.

Mientras tanto, la esperanza es que, una vez que se construyan las terminales marítimas, se alivie el cuello de botella en la infraestructura que enfrentan las empresas privadas para importar mayores volúmenes de combustible.

La reforma de los combustibles de México tiene un nuevo líder

Además del cambio en la política energética, en los últimos años México también ha visto un cambio en el régimen político. Andrés Manuel López Obrador, o AMLO, aportó una visión de autosuficiencia energética al país y aboga por un papel importante para Pemex dentro del sector energético de la nación.

Uno de los principales desafíos que enfrenta AMLO es ayudar a Pemex a ser más eficiente en generar más ingresos y pagar su carga de deuda, la más grande del mundo para cualquier compañía petrolera, de más de US$100 mil millones.

En el lado de la refinación, Pemex enfrenta desafíos que atraerán bastante atención por el resto del mandato de AMLO.

El primero es que la administración ha anunciado planes para construir una refinería de 340,000 b/d en Dos Bocas en el estado de Tabasco, que prometieron construir por US$8 mil millones y en tres años.

El gobierno anuló la licitación después de que algunas de las compañías de ingeniería más grandes del mundo no pudieron cumplir con este precio y fecha límite. Pemex y la Secretaría de Energía de México están liderando el desarrollo y construcción de esta refinería de tan gran tamaño.

El Fondo Monetario Internacional recientemente emitió una advertencia sobre los impactos en el presupuesto de la compañía y los efectos dominó que este proyecto podría tener para el gobierno.

El mercado en evolución en México es una historia que continuará desarrollándose. Obtenga más información sobre el estado del mercado en nuestro último podcast.

Y obtenga un análisis profundo del sector de refinación en México en el Mexico Fuels Report.

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